e
6090.- Carta Crítica sobre la Historia
de América del
S~ñor
D. Juan Bautista
. Muñoz escrita en Roma por
D.
Francis–
co Iturri. Con Licencia. Madrid. Año de
I
798.-En 8.º, de
I
20 ps.-
(Reimpresa
en Buenos Ayres en la Imprenta de la
Independencia, 1818.-En 4. º , de
I 1 1
ps.)
Á
poco de impresa esta
Carl:t
salió en el
Magast'n
Encyclopédi'que
de París (A.
1v :
r,· 127-28) un artículo, donde se dice que «on
vient d'imprimer
a
Madrid, contre M. Mu–
ñoz, un pamplet plein d'interprétations ma–
licieuses et de sarcasmes: ceux qui l ' ont
fait ont imaginé un nom baroque pour
• cacher celui du véritable auteur, et ils le
supposent écrit
a
Rome : cette supercherie
est découverte aujourd 'hui».
Basta leer dicho artículo para certificarse
de que el (<pamphlet», de que se habla en
el párrafo copiado, es justamente nuestra
Carta Crítz'ca ,
al modo que se puede ver en
la pobre
<~ Satisfaccion
a la Carta Crítica
sobre la Historia del Nuevo-Mundo [im–
presa] En Valencia Por Joseph de Orga
Año MDCCXCVIII. Con las Licencias ne–
cesarias», en 8.
0 ,
de 20 págs, donde se le re·
produce íntegro en francés y castellano
(págs. 2-9), reforzándole con una «Carta de
D. Antonio Aleman, [fecha en] Madrid 29
de Junio de 1798» (págs. ro-18), y una
«Nota del editor » (págs. 18-20).
El encubierto con el nombre de D. Anto–
nio Alemán (es decir, el mismo autor de la
Historia
de
América) ,
avezado á fingir
conspiradores donde no h abía más que víc-
timas de una tan verdadera como sacrílega
conspiración, afirma que, por fin, se ha con–
vencido su amigo, á quien escribe, de que
<~el
libelo de Turriburri solo merecía un
desprecio», y que el Sr. Muñoz atiende á la
continuación de su obra, «riéndose á carca–
jada suelta del exgachupin padre menor del
susodicho engendro,
y
de la turbamulta de
compadres á quienes conoce
úztus et úz
cute»
(pág. 10) ; ni se olvida de advertir, con
intención manifiesta de multiplicar perso–
nas sin necesidad, que 'en el artículo del
Magasi'n
«se nota alguna inexactitud en
quanto.. .. al primer borrageador del libelo
famoso» (pág.
l
8).
De estas observaciones del · Sr. Alemán
(alias
el Sr. Muñoz) parece inferirse que
aun él tenía, por verdadero autor, ó diseña–
dor cuando menos , de la
Carta Críti'ca
al
que la firmó, conviene á saber ,
á
nuestro
P. Francisco Iturri, aunque le diese por
compañeros en la ejecución, no sabemos de
cierto si á los apodados Manolo
y
Perucho
en el núm. 321, .ó si á otros ex Jesuitas,
sobre todo americanos, desterrados á Italia,
y bien ajenos de merecer el sangriento cali–
ficativo de
exgachupines.
En todo caso, á
ellos se refiere también el traductor del ar–
tículo francés (ósea, el mismo Sr. Muñoz)
en su
Nota ,
donde se encara con «los auto·
res del
pap elon»
( pág. 9)
¡
y
aun el ·editor
(Sr. Muñoz) en la suya , donde, entre otros
epítetos, les da el de «miserables» (pág.
J
9).
Hasta el bueno de Fuster se atrevió á em–
prenderla contra ellos en su
Biblt'oteca Va–
lenct'ana ,
tachándolos de «superchería y
mala fe» (n, 199); pero nada tiene de extra·
üo semej ante desahogo en quien trataba de
levantar la fama , algún tanto caída, del