ORAZIONE FUNEBRE
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Pero· hai que advertir en este punto, que
por hierro de cuenta en el exemplar, que yo
he leido, el periodo duodecimo empieza
con
R,
debiendo de empezar con A.-Mu–
cho antes,. que nosotros, y verisimilmente
sin necesitar de esta clave, se supo en su
Religion, que el P.e Stratico havia sido el
author de la famosa Oraciou Funebre del
P.e Ricci; pues ya en el dia se habla aquí
con bastante seguridad del modo, y del
semblante con que se ha recivido en ella
el hecho del
P.~
Stratico•...
»
(Año i776, pá–
ginas 231-237).
He aquí el título de la famosa
01·acion
Funebre,
tan celebrada por el P. Luengo ·
«Ürazione Funebre recitata in Breslavia nei
Funerali di Lorenzo Ricci ultimo Generale
della Compagnia di Gesu Celebrati nella
Chiesa della stessa Compagnia Tradotta in
Italtana
fa
vella dall' originale Tedesco.
MDCCLXXVI», en 8.
0 ,
de 32 págs.-Tan–
to esta primera como la «Seconda edizione
Rivista e corretta. MDCCLXXVh, en 8.
0
,
de 40 págs., llevan al fren-te una nota en
que advierte el editor haber llegado á sus
manos esta
Oracion Funebre
en honor del
P. Ricci «come tradotta dell' Originale Te–
desco recitata in Breslavia in occasione dell'
essequie a luí celebrate in una . di quelle
Chiese Gesuitiche non estinte. Noi non
pretendiano al merito di esatti Critici, per
esaminare se il tempo frapposto fra la di Lui
morte, e la supposta pompa funebre s ía
bastante: se abbia caratteri di Originale, o
segni di Traduzione, o cose simili, la ricer–
ca delle quali occupera ancb' essa i nostri
Lettori con diletto....
»
(pág. 3).
No parece que se fijara mucho el editor
Marietti en el sentido literal de esta nota,
ni que tuviera noticia exacta de la primera
edición, cuando reproducía la «Ürazione
Funebre» en las págs. i-32 de su «Due
Orazioni e quattro Documenti autentici
toccanti la-Restaurazione della Compagnia
.
,
di Gesu Torino Presso Giacinto Marietti
Librajo i825», en 8.
0 ,
de 119 págs., s.
l
1
/ 9
hojs. de anteport. y lics. Según él: «Nella
prima edizione di questa Orazione ella di ·
cesi una traduzione dalla lingua Tedesca.
Nella seconda (in
. del 1776, senza luogo,
su cui si e eseguita la presente ristampa)
quantunq ue si assicuri essere la medesirna
un parto originale di penna toscana, el 'Au–
tore oramai non essere piu sconosciuto;
pure non vi
e
stato apposto il suo nome.
Egli e il celebre SIMONE STRATico....
»
(pá–
gina 2).
No: .el autor no se llamaba SIMON, de
nombre, sino JuAN DOMINGO, aunque él so–
lía firmarse de ordinario DoMEN1co STRA–
TICb, que son justamente el nombre y ape–
llido que se forman con las primeras letras
de los diez y seis períodos seguidos de que
nos hablaba el P. Luengo.-No creemos
que esté de sobra poner aquí sus principios
para que conste, por vista de ojos, la exac–
titud y
comproba~ión
de tan bien ideada
clave.
«
Doveva-Oggi-Ma-E-Ne- In-Cosl-Or–
Si-Troppo-Ricev1-Ricevila (yerro por
Ac–
cettala
que se pone de mano en varios ejem–
plares, ó
Accoglt'la
que aparece ya en la
3.• ed.)-Tutto-Irresisti bile-Come-Or
.~
Con esto, tiempo es ya que volvamos á
nuestro Rervás. ¿No pudieran haber enga–
ñado aun á él las apariencias de que una
Oracion Funebre
de este género no podía
atribuirse más que á alguno de «tantos hi–
jos del P.e Ricci, y de la Compañia:., y de
que, entre esos, nadie se hallara más á pro–
pósito para el caso que el P. Bruno Martí,
conocido por varias otras obrillas de la mis–
ma especie? En todo caso, no dejaría de
ser una coincidencia bien singular que
á
dos hombres de tan distinto carácter
y
es–
cuela, como los PP. Martí y Straticb, y que
probablemente ni se conocían ni tenía no–
ticia el uno del otro, hubiera ocurrido al
mismo tiempo, no ya una misma idea, sino
el modo mismo de expresarla, valiéndose
de un mismo ardid para despistar á s_us lec–
tores, y de un mismo título, según parece,
el más apropiado para excitar la atención y
curiosidad del público.-Además, ¿es posi·
ble que ni Prat de Saba ni Caballero tuvie–
ran conocimiento de una obra de esta na–
turaleza, á ser cierto que la hubiese impre–
so el P . Martí, ni la viera su gran amigo
é
íntimo confidente
y
como secretario e
1
P. Masdeu, ni nos diera razó"n de ella
el
P. Luengo, tan solícito investigador
y
glo–
rioso panegirista de cuanto salía
á
luz ó
quedaba inédito, hasta de las obras más