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b'a aplastado la cabeza de la serpiente y que con mano
segura nos conduce por la borrasca de las tentaciones
á
la patria celestial, comunicándonos fortaleza. Por
esto la Iglesia saluda á María con el título de
"Tunis
eburnea"
(Ca~t.
7, 4).
Los santos Padres ven un tipo de Maria en el
Sancta Sanctorum
y
en el Templo que lo incluía. Am–
bos fueron habitación santa de Dios, porque Dios hacía
ostensible su presencia en el Sancta Sauctorum y allí
ciaba sus oráculos de entre una nube resplandeciente ;
ambos estaban ricamente adornados con oro;
y
por esto
ambos han sido Domus aurea. Con mucho más razón
es María
Domas aurea ;
porque es por eminencia la
habitación santa de Dios, por la cual y desde la cual
Dios ilumina y enseiia á todo el mundo. En efecto,
el oro fué tenido por los antiguos como símbolo de
sabiduría
y
ciencia: "Anro uamque sapientia desiguatur,
Salomone attestante, qui ait : Thesaurus desiderabilis
requiescit in orn sapientis" (S.
Gimo.
Papa, Hom. 10 in
Ev. S. Matth.). María es, por tanto, la habitación ele la
Ciencia eterna y está llena de ella ele modo que la
ciencia se l errama de María sobre todo el mundo.
Las tablas ele la Ley
y
el maná, representantes de
la verdad y gracia divinas, se guardaron en la
Frede–
ris
arca;
y al lado de ésta, la vara de Aarón, que
repre entaba el sacerdocio. Desde la cubi erta de la
Frederis arca (Kapporeth, Propiti:üorium) dispensaba
Dios misericordioso sus gracias. Esta arca de la Alianza
fué
constrnída ele madera inconuptible y cubierta inte–
rior y exteriormente con oro. María, pues, que llevó
;¡.
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