-
XCIX -
.Ahora bien, siendo el contenido de estas Letanias
tan sublime
y
consolador, siendo ellas bien comün de
tocla la familia crjstiana
y
un tesoro de
la
Iglesia,
¿por qué privamos de ellas á nuestros indi-0s? ¿por
qué no se las explicamos? ¿no se dign6 la Santísima
Virgen misma aparecer
á
un pobre indiecito, en Guada–
lupe de Méjico, los días 9
y
12 de diciembre de 1531,
y
dejar pintada aun su hermosísima imagen en la
tilma de aquél?
1
Precisamente en la Epístola de la Misa
B. M. V. de Guadalupe, Epístola que es la mism_a de la
Vigilia Imm. Conc. B. M. V., la Iglesia aplica á la San–
tísima Virgen las palabras del Eccli. 24, 31
y
las pone
en boca de ella: "Qui elucidant me, vitam mternam
habebunt": los que me dan á conocer
á
los demás,
especialmente á los pequeñuelos, obtendnin la vida
eterna. Enseñemos, pues, á los indios que María es
también su Madre -misericordiosísima; conduzcámoslos
á
ella, para que también nosotros la veamos en el cielo
cara á cara, lo cual será por sí s6lo una felicidad in–
comparable.
'fal vez se nos dirá: Pero es cosa n¡ieva rezar las
Letanías Lauretanas en quichua. Esto no puede ser
1
En la Misa B. M. V. de Guadalupe aplica la. Iglesia
á
nuestro milagro el Ps. CXLVII, 20: "Non fecit taliter omni
nationi, et iudicia sua non mat;tifestavit eis." El tenor de
esta Misa consiste en aludir al hecho milagroso
y
á
la inma–
culada Concepción, como en efecto Nuestra Señora de Gua–
dalupe es representada con un continente semejante
(,
aquel
con que se pinta la Inmaculada Concepción según el uso
romano.