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tre
t;
y mué tranos la san-
rnushcata, ñucanchieman ri–
tí ima '11.inidad sacrosanta.
cuchipai
l;
Sitmaimana San–
tí
ima Trinicladta 1ñucan–
chioman ricuchipai.
María e la causa de
María Santísima ñucan-
nuestra alegría. Pues
i\Ia-
chicta citshichicmi. María
ría ha dado
~'L
luz
á
Jesu-
a.riJesucristota pacarichir–
cristo, para que, por la
ca, Jesucristo nvnacwnata
Redención, haga verda-
quishpichishpa pa;icimata
cleramente felices
á
los
shittintac cushioitiyucta ru–
hombre . Y Je ucristo ha
rangapac. Jesucristoca, gra–
dado sus merecimientos y
ciata rurac, Paipao alli rtb–
gracias
á
su Madre virgi-
rashcac11Jnata, graciacitnata
nal, para que ella los
Pa·ipac Vfrgen Mamaman
distribuya
á
los hombres
cushca, .illaría paicunata ru–
y los haga así realmente
nacunaman chasquichinga–
diiihosos. Como dispensa-
pac, shinaca ntnacunata
dora de las gracias, tiene
shutintac citshicuiyucla ru–
María continuamente abier-
rangccpac. María Santísima–
tas las manos para parti-
ca,
·
graciacunata cltasqui–
ciparuos sus auxilios
y
chishpa, huvñaillct maqwi–
beneficios
y
hacernos ver-
cuna pascaslwata charin11ni,
daderamente felices
2.
Por
1
yanapaicunata, graciac,"!tna-
t
Salve Regina: "Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis . , , ostende."
2
P or esto l\Iaría Inmaculada misma qui o ser represen–
.tada en la medalla milagrosa como que salen de sus manos
rayos de luz, es decir, gracias que iluminan el orbe ele la
tierra. (Off: 1anif. Imm, J\Iariro Virg. a sacro Numismate,
27 Nov.)