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divinast. Y así como la
yachingapact. Imashinaca
estrella de la mañana, ilu-
inti llucshina cuillar inti–
miuada ella misma por
manta achü:J1achi hca cash–
c1 sol, ilumina, así' i\Ia-
pa, achicyachin; chasna
ría, por ser llena de gra-
Marta graciamanta achic–
cia
<í
iluminada por ésta,
yachishca, gra<liahuan jun–
uos ilumina, nos muestra
dashca ca hcamwnta ñucan-
1as cosas divinas
y
nos
chicta achiC'l.Jachin, Dios-
1as hace conocer. Por esto
pacta ñucanchiomani ricu–
rezamos: Estrella de la-
chin, ricsichiln. Ghairaicu
maiiaua, ruega por nos-
resanchic: Inti llucshvna·
otros
2.
Así como al levan-
cnillar, 'ñitcanchicmanta ma–
tar e la aurora igue el
ñapai
2.
Imashinaca sainic–
sol, a í María nos ha dado
pi inti catín, elta na Marta
al ol de
Ja
ju ticia, es
Santísima cu ltcacaipac Jn–
decir,
á
Je ucri to, qne
tita, janac pacharnanta slw–
vino del ciclo
y
es el
mue Jesucristota, graciata
autor de la gracia. ¡Oh
ruracta, ?iiicanchicmaneush–
María! dulce madre nue -
ca. Aa Maria, ñucñii ma–
tra, muéstrauo
á
Jesú ,
malla, Jesusta, huic.saiqui-
. fruto bendito de tu vien-
manta 'bendieia lwq. pacari-
1 J.JUC.
2, 32.
2
Lit. Laur. : tella matutina, o. p. n. - En Eccli. 50, 6,
se dice del 'umo acerdote , imón: '-Q,uasi stella matutina in
medio nebulro."
A
este pasaje no se refiere directamente la
im•ocación E trella de la mañana; sino que equivale más
bien, en cuanto al símbolo
y
á lo simbolizado,
al
título
Aurora consurgens, que
el
Cánt.
(6, 9)
da
á
la Esposa
mís–
tica.