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Á
la segunda clase per-
dtuctac jucha canvmi pe-
tenece el pecado leve
6
ve-
cado venial shittiyuc, nisha.
nial. El pecado leve
6
ve-
niniwhuijucha, jahua}1wha.
nial consiste en desobedecer
Diospac camachicushca shi–
:í
un mandamiento en ma-
mita uchuipi ?nana uyai,
teria parva,
6
en materia
}atwnpipish mana twJUi
grave siempre que tal deso-
shungitmanta paquii, caüa
bediencia no sea del todo
iwhui }iwha, }ahua }ucha
voluntaria. Aunque estos
ninchic. Caí iwhiti }iwha
pecados veniales no quiten
mania gracicupac, cityaipac
al alma la vida de la gra-
causaita alnnapi huañuchish–
cia, con todo disminuyen el
papish, graciapac, cuyaipac
fervor de la caridad y con-
ninata pishiyachin, almata
ducen poco
:i
poco al pe-
}atunpi asha as/talla }ucha–
cado mortal
1.
Por estos
llichinmi
1.
Chai iwhiti ;'it–
pecado veniales debemos
chacunaraicit cai pachapi
satisfacer con las penas de
mutsuchishca canchw, pur–
esta vida
6
con las penas
gatoriopi mana rimania lla–
y
tormentos indecibles del
quichishca caslmn. Chai
purgatorio. 'l'odos caemos
}uchataca tuciti runacuna
·deudas" en su sentido obvio
é
inmediato son un suspiro del
alma por el perdón
y
de consiguiente un acto de contrición;
pero callamos esto en el texto, porque el pueblo podría en–
tendernos mal. sacando equivocadamente la conclusión que
los pecados mortales serían perdonados sin confesión y sin
voto de confe arse, con
tal
que se rece devotamente un Padre–
nuestro.
1
Se encuentra de vez en cuando la opinión de que el
pecado venial disminuye la gracia santificante; esto es falso,
según .
'fuo~r.,
Sum. Theol. II• Jiro, q. 25, a. 10.