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corazón
1.
Esto es agra-
man rwitchislmn!
1
Chai–
dable
á
Dio . Me diréis
/man Dios a1wha cushicuc–
acaso: Padre, ¿cómo hemo
mi. Nihuanguichimnancha–
.de hablar con Dios, pne
ri: Padre, füwa huaccha,
somos unos pobres 'hom-
iipa, utic, mana rimaita–
bres, rudos, de preciables
y
pish yachac 1·1tna cani, ·ima–
que no sabemos hablar ?
shinatac capac Dioshuanwa
Si nos avergonzamos delante
ri11nashac? Hiiiracochallata–
de los blancos,
¿
c mo pues
pish manchani, Diosta ma–
no nos e quivaremos de
nachu mancha hac?
Cooeu~
Dios? Yo os diré cómo ha-
nata yachachishac Dioshuan
blaréis con Dio muy bien.
alli rimanata.
Ricuichic
Mirad: hablad
á
Dio con
mari:
shunguhuanpi.shshi–
ol corazón
y
con la boca:
mihuanpish Dio huan ri–
con el corazón, pen ando
111nnguichir:
slmng11lwa11
en Dios que e vne tro
Dio.·ta,
an Yayami ima
t
Los indios no }JOclrán hacer meditación propiamente
dicha; pero
í
pueden hacer oración afectiva ó ele corazón,
la cual debe ser sin eluda el objeto y fin ele cada meditación.
Esta oración afectiva puede ser muy buena aun sin racio-
0i1úos. eguramente
fué
perfecta la oración de "uestro eñor
en el Huerto de los Olivos; y sin embargo, no hizo otra
oración que ésta: "Padre mío, si- es de tu agrado, aleja de
mí este cáliz. No obstante, no se haga mi voluntad, trino la
tuya" (Luc. 22, 42,.
s.
THOM.,
um.
Th
ol.
na
IIro, q. 2
a. 3 ad 3: " cientia et quidquid aliud ad magnituclinem per–
tinet, occasio est, quocl horno confidnt de eipso; et ideo non
totaliter e Deo
~radat.
Et inde est quod huiu modi c¡uando–
que occasionaliter devotionem impediuut; et in simplicibus
et mulieribus devotio abundat, elationem comprimendo.''