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EL REVERSO
El notario Leveillé, la dama Bryon, Dubut de Caen,
Herbomez de Mayenne, Boislaurier del Mans
y
Rifoel
fueron, pues, los jefes de la asociación á la que se
adhirieron los culpables castigados ya por la senten–
cia que les alcanzó en compañía de Rifoel, los que son
objeto de la presente acusación, y algunos otros des–
conocidos por haber huído ó por el silencio de sus
cómplices, y que no están, por lo tanto, bajo la acción
de la vindicta pública.
Dubut, domiciliado cerca de Caen, fué el que dió el
aviso de la salida de los fondos de la recaudación al
notario Leveillé. Desde entonces Dubut hizo varios
viajes de Caen á Mortagne, y á Leveillé se le vió igual–
mente por los caminos.
Hay que advertir aquí que, cuando se distribuyeron
los fusiles, Leveillé, que había ido á ver
á
Bruce,
á
Grenier y á Cibot á casa de Melin, encontró á esta
gente preparando sus fusiles en una habitación inte–
rior, y aun ayudó él mismo á esta operación.
Se dió una cita general en Mortagne, en la posada
del
E scudo de Francia,
y todos los acusados se re–
unieron allí bajo diferentes disfraces. Entonces fué
cuando Leveillé, la dama Bryond, Dubut, Herbomez,
Boislaurier é Hiley, que era el más hábil de los cóm- ·
plices secundarios, del mismo modo que Dubut el
más atrevido, se aseguraron de la cooperación del lla–
mado Vauthier, apodado Vieja-Encina, antiguo criado
del famoso Longuy, mozo de cuadra de la posada.
Vauthier se comprometió á avisar á la dama Bryond
del paso del coche que condujese los fondos de la re–
caudación, el cual se detiene generalmente en aquella
posada.
No tardó en llegar el momento de llevar á cabo la
reu nión de los bandidos reclutados y dispersos por
varios lugares, tan pronto en un municipio como en
otro, é ignorados gracias á los cuidados de Courceuil
y
de Leyeillé. Esta reunión se efectuó bajo los auspi–
cios de la dama Bryond, la cual procuró un nuevo re-