DE LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA
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guerra civil tan felizmente extingt-: ida, reprodujo las
concepciones de una maldad y
p~rfidia
que la flagran–
cia de las pasiones no justificaba.
Desde el origen
á
los resultados, la trama es com–
plicada y sus detalles numerosos: la instrucción duró
más de un año¡ pero la evidencia de todos los pasos
del crimen ha contribuido
á
que se conozcan hoy los
preparativos, la ejecución y sus consecuencias.
La idea del complot pertenece
á
un tal Carlos Ama–
deo Luis Jos6 Rifoel, titulado caballero del Vissard ,
nacido en .Yissard, ayuntamiento de Saint-Mexme,
cerca de Ernéc, y antiguo jefe de rebeldes .
Este culpable, á quien Su Majestad el Emperador y
Rey concedió el indulto cuando la pacificación defini–
tiva, y qu-:: sólo reconoció con nuevos crímenes la
magnanimidad del soberano, sufrió ya por último su–
plicio el castigo que merecían tantas maldades; pero se
hace necesario recordar algunos de sus actos, pues ha
influido en los culpables sometidos actualmente
á
la
justicia, y se hace preciso citarlo en muchas de las
particularidades
d~
--.teproceso.
Este peligroso agitador, oculto, como acostumbran
á hacer los rebeldes, bajo el nombre de Periquillo ,
• erraba por el departamento del Oeste, recogiendo allf
los elementos de una nueva revolución; pero su asilo
más seguro
fu~
el castillo de Saint-Savin, residencia
·de una dama llamada Lechantre y de su hija llamada
Bryond , castillo situado en el municipio de Saint–
Savin, distrito de Mortagne. Este punto estratégico
trae
á
la mente los más atroces recuerdos de la rebe–
lión de
1799·
Allf fué asesinado el correo y robado
el coche por una partida de bandidos mandados por
una mujer, ayudada por el famosfsimo Marche-á–
Terre. Dedúcese de aqui que en aquellos lugares el
crimen es hasta cierto punto endémico .
Hacfa ya más
de
un año que exis tía una intimidad
que no intentaremos calificar entre la dama Bryond
y
el
llamado Rifoel.
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