EL REVERSO
En esta comarca
ó
ayuntamiento fué donde tuvo
lugar. en el mes de abril de 1808, una entrevista entre
Rifoel y el llamado Boislaurier, jefe superior conocido
por el nombre de Augusto en las funestas rebeliones
del Oeste, y que fué el que dirigió también el crimen
sometido actualmente
á
esta audiencia. Este punto
obscuro de las relaciones de los dos jefes, es hoy in–
dudable por declaración de numerosos testigos, y goza
además de la autoridad de la cosa juzgada, por la sen–
tencia condenatoria dictada contra Rifoel.
Desde entonces, este Boislaurier se entendió con
Rifoel para obrar de acuerdo.
Ambos, solos en un principio, se comunicaron sus •
atroces proyectos, inspirados por la ausencia de Su
Majestad Imperial y Real, que mandaba entonces sus
ejércitos en España. Desde esta época debían tener
meditado, como base fundamental de sus operaciones,
el robo de las recaudaciones del Estado.
Algún tiempo después, el llamado Dubut de Caen
envió al castillo de Saint-Savin al emisario llamado
Hiley, apodado el Labrador, conocido hacía ya mucho
tiempo como salteador de diligencias, para que diese
informes acerca de los hombres con los cuales se podía
contar.
De este modo y por intervención de Hiley, fué como
el complot contó desde un principio con. la coopera–
ción de un tal Herbomez, apodado el General Atre–
vido, antiguo rebelde del mismo género que Rifoel, y,
como éste, perjuro
á
la amnistía.
Herbomez é Hiley reclutaron entonces en las co–
marcas vecinas siete bandidos que es preciso dar
á
conocer, y que son:
1.
o
Juan Cibot, apodado Pille-Miche, uno de los
bandidos más atrevidos del cuerpo formado por Mon–
taurad el año VII, y uno de los autores del ataque
y
muerte del correo de Mortagne.
2.°
Francisco Lisieux, apodado el Gran-Hijo, pró–
fugo del departamento de la Mayenne.