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se forjo la tran8acion confidencial de foj. 14; 8e
t'OmÓ una medida para persuad¡.r
y
'engañar,
que nunca hubiera tenido efecto,
y
la
conti~n
da existiría mienh·as
D.
José Cavenecia exis- ·
ti~.:-se
en Europa, porque Guerrero empeñado
en pedir
a
Sarria
y
Herrera el cumplimiento
de
!"US
injustas secretas convenciones,
y
estos
re~istiendose
al desembolso de un peso, ellos
marcharían
á
la eternidad sin fenecer sus
dis–
putas. Concluirémos pues la primera demos–
tracion diciendo: que no existiendo como posi–
tivamente no existe en el poder, una preven–
cion
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clausula especial para enag·enar,
y
que
·segun el informe hecho en el
p]
euario por el
-señor
D. D. N
icolas Aranibar, no hubo tal fa–
cultad como lo instruye la inspeccion del mis..
mo poder. Todo cuanto aparece hecho entre
·GueTrero, Sarria, Herrera
y
D.
Mauue] Agus–
i:in de la Torre es n'ulo, de ningun valor
ni
efecto,
y
debe reponerse inmediatamente.
SEGUNDA DEMOSTRACION.
Esta
pa-rte
se ha reducido segun el
pros•
pecto,
á
probar que D. Manuel Agustio de la
Torre no .pudo proceder
á
un nuevo arrenda–
•miento de la hacienda de Santa Beatriz,
por–
que habia un contrato anterior escriturado con
Cavenecia con fecha
12
de marzo de
819.
La
--primera cláusula, consignada en este contrato
·-vilateTal, ·contiene el espacio forzoso de nueve
altos. Nada hay voluntaTio en este tiempo,
y
su cumpl-imiento obliga recipTocament-e al lo–
cador
y
conductor, como lo demuestra la mis–
ma condicion. Este solo lazo tenia seña
y
foT•
malmente ligado
al propietario
D.
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\la.Du-el, sin