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D. JOSÉ DE LASERNA.
le miraron mal, no sólo por desprecio
á
su perso1..
na, sino porque su comision les contrariaba de to–
dos modos. Sin embargo, el Virey, cediendo
á
la
opinion.
y
en cumplimiento de las instrucciones
del Gobierno, hubo de formar una junta pacifica–
dora;
y
ya por carta particular del 5 de Abril,
ya
por invitacion oficial posterior, propuso
á
San Mar–
tín entrar en neg_ociaciones conciliadoras. Cpnve–
nidos en esta parte, nombró el caudillo libertador
comisionados suyos, al coronel Guido , á su secre–
.tario García del Rio y
á
D. José La Rosa, y por el
Virey fueron considerados con igual carácter, junto
con Abreu, D. Manuel de Llano y
D.
Mariano 'Gal–
diano; servían respectivamente de secretarios sin
voto Lopez Aldana y el capitan D: Francisco Moar;
y
el 4 de Mayo se abrieron las negociaciones en
Punchauca, hacienda situada cinco leguas al nor–
te de Lima y declarada punto neutral.
Los comisionados del Virey propusieron la cele–
bracion de un armisticio y el envío de comisiona-
' ·
dos
á
la península para los arreglos
definitivos~
los
de San Martín, conforme
á
sus instrucciones, re–
chazaron toda transaccion fundada sobre el reco–
nocimiento de la Constitucion española,
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en la que
no, se admitiera por.base la independencia de Chi–
le, Bnenos-Air s y el Perú. Habiendo prohibido el
Gobierno español expresamente reconocer
á
los
americanos como independientes. y aspirando
á
atraérs.elos con concesiones liberales, sólo pudo tra-