D. JOSÉ DE
LASERNA.
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Entre tanto Arenales, que habia dejado el
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de
·Abril el campament de Huaura,
y
subido
á
la
sierra con el escuadron granaderos de á caballo de
los Andes, los batallones Numancia, cazadores del
ejército
y
de los Andes, 4 piezas de artillería
y
la
~aballería
conservada por Gamarra en Oyon, habia
,conseguido grandes ventajas, sin necesidad de ar–
riesgar azarosos combates. Habiéndose retirado ya
Valdés
y
Ricafort, sólo quedaba, que perseguirá
Carratalá, detestado por sus crueldades. Una marcha
rápida de los patriotas, emprendida
á
la ligera el 9
de Mayo, le habría puesto en manos de
su~
perse–
guidores, si una bran nevada no les hiciera llegar
á
Paseo tres horas despues de su salida. Otra mar–
-0ha nocturna por la fria pampa de Ju nin ,-que les
obligó á hacer alto dos leguas ántes del pueblo de
Reyes, sal
v6
por segunda vez
á
Carratalá,
'l
uien
al retirarse incendió aquel lugar patriótico. Aleján–
dose siempre en órden y con serenidad. logró tam–
bien e capar del destacamento, que
á
las órdenes
de Gamarra pudo darle alcance cerca de . oncep-·
cion. Su retirada hasta Chupaca sólo necesita re–
cordarse por la crueldad con que azotó, mató y sa–
queó
á,
sus vecinos' q
u~enes s~
habían entu iasm· -
do viendo llegar una partida, que da a grito de
¡viva la patria! y parecia pertenecer al ejército li–
bertaddr. La
f
liz marcha de Arenales, coronada ya
con lapo e ion de las importan1e3 pro incias aban–
donadas por su enemigo, hubo de paralizarse por