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D.. JOSÉ DE LASERN.A.
ca. Contaban, en verdad, con la tolerancia del
jefe. que allí gobernaba
á
n robre de la patria. Uno·
de los principales conjurados babia recorrido los
partidos para el mejor éxito de sus planes; pero,
siendo éstos conocidos de antemano, el motín abor–
tó
en todas partes,
y
sólo estalló en Otusco, enca–
bezado por Merino, mayordomo é íntimo amigo–
del obispo Marfil. Santa Cruz, enrolado
ya
en el
ejército independiente, derrotó á los reaccionari_os
con muerte de su jefe ,
y
exaltó en · Caj amarca el
ódio
~
los españoles, sacando en público. con gran
aparato, la piedra en que, segun ·una falsa tradi–
cion, había sido degollado Atahualpa.
Tambien tuvieron por entónces
108
realistas el
pesar de que el pailebot
Sacramento.
enviado
á
Panamá con pasajeros. caudales
y
comunicaciones
para la córte, se sublevase , despues de saber los
pronunciamientos de Piura
y
de
Pai~a,
por ·influjo
de los hermanos Cárcamo. Allí perdieron la corres–
pondencia y algunos bienes,
sa~iendo
herido el pa–
sajero Cortines por haber opuesto cierta resistencia,
y
habiéndosele encontrado 221 onzas en oro y 600
pesos en plata.
No obstante 'sus recientes adquisiciones y su su–
perioridad constante, las fuerzas marítimas inde–
pendientes dejaban de prestar cuantós servicios pu -
dieran ,
á
causa de la rivalidad. cada dia más fuer–
te , de Cochrane con San Martín, Guise y Spry.
Los dos últimos habían ofendido la disciplina, ya