D. JOSÉ DE LA.SERNA. .
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. sólo.para hacer un gran recluta.miento' sino prin–
. cipalmente para arreba: ar
á
los patriotas aquella
importante posicion militar, que Carratalá les es–
taba di .putando.
Conforme á los deseos manifestados por Aldao,
babia dado San Martín lugar en el ejército á sus
guerrill~us
, distinguiendo
á
la caballería, puesta
á
bs órdenes de aquel intrépido jefe con el nombre
de GR
N
DEROS
(
CABALLO,
y
la infantería con el
de LEALES DEL PERÚ. Para que la nueva division
adquiriera la aptitud militar, se envió como jefe
instructor
y
organizador
á
D. Agustin Gamarra,
que gozaba de gran crédito bajo ambos conceptos,
y
como cuzqueño podía fomentar el levantamiento
en la sierra. La ele'ccion no poc;lia ser más desacer–
tada : las buenas cualidade de Gamarra eran opues–
tas al espíritu de los guerrilleros, g,costumbrados
á
vivir sin disciplina, pelear sin órden y retirarse
á
sus casas, lo mismo
~espues
de una victoria glo-
. riosa, que en consecuencia de la más fatal der1·ota;
en cambio, carecía del genio aventurero, del valor
incontrastabl~
y de la fuerza de voluntad, que son
requisitos
indispensable~
para arro trar las priva–
ciones
y
fatigas, inherentes
á
las guerrillas. Así
fué,
que,
sólo
con saber la aproximacion de alguna
tropa realista, se retiró de Jauja ántes que pudieta
hostilizar, ni ser hostilizado, y habiendo hecho un
ligero alto en Paseo," buscó la seguridad en Oyon,
·pasando la cordillera, Y. perdiendo en su penosa