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JOAQUIN DE LA P.EZUELA.
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bras. Viendo desechada esta combinacion, y confia ..
do San Martin en que algu s cuerpos realistas se–
guirían el ejemplo de Numancia, se avanzó impru–
dentemente hasta Retes , cerca de Chancay, donde
era de temer; que un pronto ataque de sus contra–
rios , superiores en fuerza
y
disciplina , le colocá–
ran en la triste alternativa de una derrota comple–
ta
ó
de una retirada muy desastrosa. Así se propo–
nían ellos hacerlo; mas, avisado opurtunamente el ·
cauQ.illo libertador por los patrit>tas de Lima, pudo
regresar sin el menor contraste
á
su campamento
de Huaura.
Lo.s jefes realistas veían con tanta inquietud, co–
mo disgusto, el éxito siempre ad vp,i·so de la campa–
ña. atribuyendo sus grandes pérdidas, sus planes
abortado~
y sus operaciones desconcertadas á la im–
pericia, debilidad
y
apatía del Vire
y.
Siguiendo
así, era evidente, que sucumbirían sin necesidad
de grandes combates;' y no queriendo dejar tan
desairadas sus armas, trataron por todos medios de
cambiar la suerte de la gu,erra. Con tal objeto ha–
bían conseguido de Pezuela la formacion de una
junta directiva, quitándole el voto en las resolu–
ciones militares y dando la presidencia
á
su rival
Laserna. Como, aconsejado por sus amigos
y
por
encubiertos patriotas, redujera el Virey despues
las facultades de dicha junta
á
puramente con–
sultivas, ofendió sobremanera á sus vocales; cu–
yo descontento se agravó despues que Valdés,