D. JOAQUIN DE LA PEZUELA.
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lidad y relaciones, que sesenta personas re peta–
bles, entre las que
fig
raban capitalistas españo–
les, prelados
y
muchos curas, dirigieran al Virey
una representacion para negociar con San Martín,
á
falta de otra cosa mejor, una capitulacion venta–
josa; Y, el Ayui:itamiento, compuesto de personas
Íibe~ales,
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patriotas encubiertos, apoyó la solici–
tud, como fundada en qne la pérdida de una b ta–
lla
á
las puertas de la capital causaría de... oladores
incendios, robos
y
ultrajes. Mas , por instancias de
los jefes realistas , algunos españole inscritos en el
batallon de la Concordia elevaron una contrarepre–
sentacion, calificando
la
primera de opuesta al de–
coro de las armas nacionales, ,Ylas firmas de sus in–
dividuos de detestables y d
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radantes. La negocia–
cion no
1.u
vo efecto ; pero los promovedores habían
conseguido su fin principal, que era el de sembrar
la discordia y desaliento entre sus contrario'.
Una reaccion, qu .e los realistas pr yectaban en
el Norte, fué descubierta
á
tiempo por una casuali–
dad, explotada hábilmente por la sagacidad de los
limeños; y se trasmitieron á San Martin la instruc–
ciones, que el Virey cqmunieaba
á
los conjurados,
con lo que el motín pudo sofocarse en su orígen.
Habiéndose ganado al encargado de llevar los des–
pachos más secretos al campamento de Aznapuquio,
y
traer las respuestas, se sacaban copias ánte de
remitir el original, con soyre
y
sello hábilmente
imitados, y de este modo se sabian en el cuartel de