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· D. JOAQUIN DE LA PEZUELA.
San Martin.trabajaban en Lima con 'tanta decision.
como riesgo, divididos erl
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tres fracciones princ.ipa-
1es. La llamada de forasteros era capitaneada' por el
.bogotano Aldana y por el chilepo Campino, quie-
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nes derivaban 'su importancia de las relaciones más
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y
confianza otorgada por San Martin para
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hacer los gastos necesarios; pero no podían realizar
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grandes cosas por su injustificable desden
á
los
li-
meños .,
y
por su escasa influencia entre los demas
peruanos. La fraccion encabezada por Riva Agüero,
á
la que pertenecían Tudela
y
algunos pocos muni ...
cipales, podía trabajar con más ·éxito
á
causa de la
posicion, e fuerzos sostenidos
y
habilidad de su jefe
para las intrigas políticas. El tercer grupo, llama–
do de los carolinos, era dirigido por los padres del
Oratorio. Mendez;
y
García, ainbos limeños, el padre
Carrion, del Ecuador,
y
el padre Tagle, argenti–
no; contaba entre sus miembros más activos al in–
·dígena Dr. D. 'Julian Morales·, cura de Huaras,
y
al entusiasta jóven abogado, .D. Francisco Javiér
Mariátegui;
y
despleb·aba en toda clase de serviciós
la
fe
incontrastable de los colegiales, el entusiasmo
de la juventud
y
la pura abnegacion del amor pa–
trio. Sin necesidad de fuertés excitaciones volaban
á engrosar las filas libertadoras muchos jóvenes de
patriotismo ardiente, entre los que merece mencion
· especial el imberbe Salaverry, que debía
s~r
el
Aquíles de la república.
L0s patriotas de Lima consiguierQn, por su ha-bi-