D. JOAQUIN DE LA PEZUELA.
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qué habia marchado
á
cortar una di vision patriota,
recibió órden de vol ver tras. La irritacion
fué
.ex–
tremada, cuando, resuelto el ataque al campq
·enemigo,
estand~
ya Canterac en el rio Pasa–
mayo
y
habiendo principiado su movimiento
La–
serna, fueron obligados por Pezuela, el
28
de Enero
-de 1821 ,
á
contramarchar al campamento de Azna–
puqmo.
Resueltos los jefes realistas
á
deponer
á
un Virey,
en cuyas manos veian perdida su causa, se reuniero.n
en su campo, la noche de dicho dia, y despues de
tomar las precauciones para que nadie pu.diese cru–
zar sus planes revolucionarios,
y
puesta la tropa
sobre las armas, suscribieron una irrespetuosa ex–
posicion, en la que recapitulaban todas sus quejas :
,el ejército desprevenido al desembarcar San Martín
en Paracas; la vergonzosa conducta de Quimper;
el paso de Numancia; el desastre del Cerro; la pér–
dida de Guayaquil
y
Trujilló; la escasez d-e recur–
sos, debida
á
la malvérsacion de fondos ; la falta de
sigilo en los planes ,
y
el favor
á
personas desafec–
tas a:l Gobierno español. Declan tambien que el
pundonor nacional estaba
ajado~
que el Gobierno
carecia de 'energía en su's providencias
y
de sub–
.sistencia en sus planes; que no disfrutaba del me–
nor concepto, ni en el ejército, ni en los pueblos,
y
qlie, por lo tanto, no era respetado de nadie. Con–
duian afirmando, que, para salvarse del abismo,
á
.cuyos bordes se habia puesto el país por
innum~-
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