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D. JOSÉ DE LASERNA.
abandonar
á
los patriotas del interior, de no perder ·
en la l'etirada una gran
part~
de su hueste, que se
elevaba á. 4.300 hombres bien organizados,
y
de
no dejar al enemigo la libre pos.esion de la mejor
base militar. Sus consejos é instancias fueron desoí–
dos por San Martín, quien tal vez no se c.veia capaz
por el momento de hacer frente
á
Laserna, prefería
la marcha lenta, pero segura de la opinion , á com–
bates azarosos,
y
subordinaba la pronta conclusion.
de
h
guerra
á
desacertadas aspiraciones monárqui–
cas, que comprometieron mucho su reputacion mi–
litar
y
política, con incalculable daño de la repú–
blica naciente.
Libres los realistas en sus operaciones, princi–
piaron
á
reforzarse, con extraordinaria actividad,
en los bien provistos
y
vivificad.ores valles de la
sierra. Combatiendo con un teson, que recuerda
las proezas de la conquista, disponiendo de aguer–
ridas divisiones,
y
sostenidos por·el pundonor mi–
litar, pudieron conseguir
alguna~
ventajas parcia–
les
y
efímeras; pero era imposible, que prolongá–
ran en el
Per~
la dominacion española. La autori–
dad del
Rey
habia concluido en Méjico con el con...
venio de Igualada, espiraría pronto en Venezuela
por la derrota de Carabob0,
y
en el resto de la Amé–
rica Meridional debía sucumbir
~n
la primera gran
batalla, qµe perdieran los realistas, de lo que esta–
ban convencidos sus más orgullosos caudillos. Re–
ducidos.,
~or
lo tanto ;
á
oprimir únicamente el ter-