D. JOAQUIN DE LA PEZUEL.A.
3'45
rian un rompimiento. Los comisionados realistas
sólo se
opo~ia.r:i
decidi mente á este artículo., pro–
poniendo la rotura de las hostilidades desde que se
permitieran en Chile publicaciones contrarias
á
los
Borbones
6
á sus derechos, é insistian en que el
ejército se reembarcára para aquel reino.
Para los que no
lo
hubieran conocido desde el
principio, el curso de la negociacion manifestaba
á
las claras, que no podría conducir á su legítimo
objeto. Se di6, por lo tanto, por
term~nada
el dia
30,
y
al declararse rotas de nuevo las hostilidades , me–
diaron hidalgas comunicaciones ent·re el jefe liber–
tador
y
,el del vireinato para hacer la guerra con las
ménos desgracias posibles. Sin embargo, en la
Ga–
ceta
del 7 de Octubre apareció un artículo vio–
lento, en que se decia, que los templos, las fortu–
nas de los particulares, su vida, el honor de sus
mujeres
y
la virginidad de sus hijas se
h~llaban
expuestas por la rapacidad de los recien venidos
y
.por su lujuria
y
liviandad. Aunque esta indigna
produccion se presentaba firmada por los comisio–
nados del Vírey, protestaron de ella Unanue
y
el
Marqués de Villar de Fuentes. Los documentos pu–
blicados, así en el periódico del Gobierno, como por
San
~fartin,
no podían ménos de favorecer el mo–
v.imiento patriótico, que se había elevado
á
la altu–
ra de una negociacion, y se pensaba consumar con
hostilidades hechas en toda regla.
En el mes de Setiembre y principios de Octubre
•
'