D. JOAQUI DE LA P Z ELA.
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bi n dejarse seducir por la Constitucion e pañola
de
1 12,
y procur ndo
nquilizar
á
la nobleza so–
bre
la
conservacion de su legítimos privilegios'.
Ni
n
1
desembarco, ni en la ocupacion de Pisco,
se e
p
riment6 ninguna opo icion de parte del co–
ronel spañol Quimper, que pudiera haber hostili....
zado con vent
j ,
y
que
sin combate
e
retiró
á
lea.
~
l
c udillo libertador, no ob
t
nte la inferio–
rid
d
e sus fuerzas , v ia onr irle
1
porvenir,
ya
porqu la o ini n pública le ofr cia el más pode–
roso apoyo,
y
po~qu
en
el
campo ,nemi o falta–
b n la decision y
el
oncierto.
Sabedores el 11 de etiembre los patriotas de Li–
ma de que tenian tan cerca
á
us deseados liberta–
dores
.llenaron d júbilo
y
entusiasmo; envia–
ron
á
an
M
rtin , n tr otro a isos
de
importan-
cia,
1
li onj
r
notici de que
1
bat llon uman–
ci
t
a di pu
t
á
pa rse
á
sus fila
y
s pre–
pararo1
á ·
ut
r .
órdene . Algunos querian,
.qu
intent
e,
in p rdi
ti
po , un temera-
rio ataqu , muy
j
no de u pru nci
y
d
sus
pl n
fund do principalmente
n
l
o peracion
d lo pu lo y
1
atimi to
r
dual de los
o
tr ríos.
qu entre lo patriot producí júbilo
y
n–
nv rtia entr lo e pañole en usa
ti iento. E taban e le rando con
l· pró ·rn jura e la on titucion
do l notici en
i
da por uimpcr