D. JOAQUIN DE .LA PEZUELA.
331
pleados como brulotes. De éstos
y
de los cohetes
á
la congreve se agua! aban los efectos más terri–
bles. El
30
de dicho mes entró la escuadra al
Callao, y el Almirante envió un cartel de desafío
para batirse buque
á
buque
y
cañon á cañon, te–
niendo el disgusto de que su propuesta fuese reci–
bida por el Virey con desaire. Varios ataques, in–
tentados en las noches
1
del
2
y
5 de Octubre, pu–
sieron en ridículo los celebrados cohetes
y
brulo–
tes; los primeros r0ventaban ántes de tiempo
6
tomaban una mala direccion; uno de los segundos,
acribillado de balazos por los españoles, hubo .de
ser abandonado,
é
hizo su explosion á gran distan- ,
cía de.los buques contra los que se dirigia. Vista la
-inutilidad de esos ataques, hizo vela Cochrane hácia
Guayaquil, en cuyo rio se avanzó, arrostrando los
peligrosos bancos de arena y apresando al
Águi'la
y
la
.Begoña,
buques de mediana importancia. La
fragata
Prueba
,
recien llegada de la península, se
puso fuera de su alcance, bajo la proteccion de las
baterías de tierra, río muy arriba.
Una tentati;va hecha el 7 de Noviembre contra
el puerto de Pisco, que tenía una gnarnicion de
600
infantes,
150
caballos y 4 piezas de artillería
de campaña, dió
á
los expedicionarios. más honra
sino mayor provecho. Aunque desembarcaron con
~uerzas
muy inferiores
y
fueron recibidos con un
fuego vivísimo, ahuyentaron á los realistas. avan–
zándose sin hacer un tiro, silenciosos, rápidos
y