D. FREYFRA
GIL.
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preciosos.
~
n el quinquenio <;le
1790
á
1794
ascen–
dió la importacion
á
29.091.220
pesos, 5
1
/ 8
reales,
y
la e portacion
á
31.889 .SSOO
pesos, 6
5
/ 8
reales,'en
lo;:; que sólo entraba por mios
500.000
pesos el va–
lor de la cascarilla, algodon, lana de vicuña
ó
al–
paca,
y
otros productos extrafios
á
la minería.
En el giro con el vireinato de
Bueno~
Aire , que
consi tia principalmente en el cambio de licores
por lata y mulas, se obtenía la irÍtroduccion anual
<l
un millon de pesos por exce o de los valores ex–
portado . En las negociaciones con Chile y Guaya–
quil, solian equilibrarse los valores de las respecti–
vas mercancías . El comercio con el vireinato de
Méjico era insignificante . El contrabando, tenaz–
mente perseguido, habia disminuido mucho . Las
ideas de monopolio estaban tan arraigadas , que el
Consulado no e avergonzó de pedir la supresion
del puerto de Arica,
á
fin de que las intendencias
del Sur tu ieran que urti rse de Lima ; pretendía
tambien destruir la concurrencia, que pudieran ha–
cer los comerciante de la capital, las compañías
de Cinco Gremios
y
de Filipina . Los derecho del
tribunal pasaban de
301.000
pesos en el quinquenio;
p ro us gastos absorbían igual cantidad, y necesi–
taba nuevos recur os para hacer servicios extraor-
dinario
la Corona.
La H cienda recibía notable incremento de una
admini tr cion m · s fiel y más económica. El ramo
de uana e i temó bien por los esfuerzos inte-