D. FREY FRANCISCO GIL. .
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Teglo de las cofradías se consiguió sin grandes
m.ur-muraciones, aplicando anualmente á entierros de
los cofrades y lutos de ¡ sus familias unos 150.0bO
pesos, malversados ánte por los cobradores, y em-
. pleando en el culto otras rentas. Gracias á su justa
distribucion, pudo concluirse una custodia, que va–
lia 70.000 pesos, . y se erigieron bellos altares al
Santo Cristo de Búrgos y
á
otras muy veneradas
~mágenes.
Los hospitales recibieron tambien apre–
.ciables mejoras, extinguiéndose el de Bellavista,
cuyos gastos superaban en mucho
á
las ventajas.
El Cabildo, que estaba dignamente representadq
por la primera nobleza, se mostró plenamente sa–
tisfecho de un virey
á
quien siempre se babia di–
rigido con confianza, af representarle lo más opor–
tuno y conveniente al beneficio público. Las ren–
tas de la ciudad ascendían anualmente
á
cerca de
37 .000 pesos, sus gastos fijos
á
poco más de 21.000,
no alcanzando el resto á las atenciones extraordina–
rias del servicio público, y yendo , por lo tanto, en
aumento la deuda del municipio.
D. Francisco Gil se hizo acreedor
á
un agrade–
cimiento más extenso
y
duradero por la generosa
proteccion dispensada á la instruccion científica y
á las publicaciones literarias. En favor de la medi–
cina se estableció, en el hospifai de San Andres, el
anfiteatro anatómico, que, proyectado bajo el Con–
de de Superunda
y
construido por Croix, car.ecía
de asignacion segura para el .Disector y el Cate-