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REVOTIUCION DE TUPAC AMARU.
la
harina, que yo traje del valle',
y
despues nos
fingen, que en ella está Dios sacramentado.>) A la
vista del Santo Cristo de Búrgos, que se sacó eri.
Oruro para aplacará los sublevados, decían, que no.
valia más , que un pedazo de leña ,
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de cualquier
otra materia.
f
Semejantes blasfemias exaltaban contra la re-
volucion
á
las castas, que hubieran podido serle
más adictas; porque, si las costumbres no eran
puras la fe ermanecia intacta sin contagiarse, ni
áun conocer la impieda . cremen e en otras na- ·
ciones. Tambien eran mirados
c~m
profunda indig–
nacion los atentados contra los ministros d 1 culto,
aunque la conducta de_éstos no fuera edificante;
é
indignaban mucho más, cuando por sus virtudes
y
beneficios eran los sacerdotes ofendidos. objeto tle
la veneracion universal. El cura de Colcha, que
pertenecía
á
este escogido número, habiendo re–
cibido un garrotazo por haber dicho, ,que seguiría
dando cincnenta azotes
á
cuantos no quisieran
aprender la doctrina cristiana ·, entró por las calles
de Oocbabamba con la cabeza ensangrentada, gri–
tando: «¿Dónde están la lealtad
y
religion de los
cochabambinos, 'que no evitan tantos daños
y
sacri–
legiost Mirad cómo se trata
á
los ministros del san–
tuario; no creai en las vanas ofertas del traidor
Tupac Amaru; todos seréis víctimas de su tirana
ambicion, porque su intento es derramar toda la
sangre española. Buenos testigos son las crueldades