REVOLUCION
DE
TUP.ACAMARU.
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peos toda esperanza; confesados los más,
y
sin co–
mulgar ninguno, por no haber hallado la llave pa–
ra sacar las formas .consagradas, unos pereéieron
entre las llamas, otros. queriendo escapar del in–
cendio, fueron muertos con palos. mazas y clavos.
Unos veinte
y
ocho criollos recibieron del vence–
·dor buena acogida, y solícita asistencia los qne de
entre ellos estaban heridos.
La victoria de Sangarara daba
á
Tupac Amaru el
prestigio de la fuerza, indispensable para reanimar
.á
los espíritus abatidos, y aumentaba mucho su es–
casa provision de armas. Con tan impor tante triunfo
no vaciló en ir al encuentro de los corregidores de
Lampa, Chncuito, Asangaro, Puno
y
Carabaya,
que, para combatirle, reunían su tropa en Ayaviri,
-:y
sin combate logró :ihuyentarlos el 3 de Dicíem–
bre, huyendo algunos de ello hasta Arequipa,
y
preparándose sólo
á
resistir heroicamente el jóven
Corregidor de Puno, D. Joaquin Antonio de Ore–
Hana. Mas, entre tanto la insurreccion , no hallan–
do obstáculos en nin
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una provincia intermedia, se
pr~pagó
, como la chispa eléctrica, hasta el Tucu–
man , en la extension de trescientas leg uas.
Fué
~quél
el desencadenamiento de los odios, que ,
Ja
inju ticia de tres siglos habia acumulado
y
tenía
violentamente comprimidos. Las víctímas de la lar–
ga é insoportable tiranía, llegado el dia de la ·ven -
ganza, no ·upieron moderar las iras, que la manse–
dumbre evangélica rara vez.habia aplacado ·en
fü-
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