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REVOLUCION DE TUPAC
AM.ARU.
entir excesos, ni en los tributos, ni en otras exac–
?iones . Los del Perú habian dado
ya
numerosas
muestras de lo que osarian llegada la ocasion. Po–
di~
contarse con los mestizos. que
á
la altivez es–
pañola unian por lo comun el despecho de la mise...
ria, y se creían amenazados de pagar tributo, aun–
que no eran favorecidos con la distribucion de
tier~
ras. Las dell\as razas abatidas, si no prestaban al
descendiente de Tupac Amaru una coopevacion en·
tusiasta, por lo méno no se esforzarían en la de–
fensa del gobierno colonial, que con tanta des–
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ualdad los trataba. Aun 1 s hijo.s de españoles
podían tomar parte en una revolucion que , liber–
t ándoles del yu
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extranjero. abria un g lorioso
porvenir
á
su amada patria. La guerra con los in–
g leses favoreceria la independencia, cuando no con
au ilio directos. con los embarazos creados al Rey
de E paña. Una circunstancia accidental facilitaba
mucho los proyectos del cacique de Tungasuca.
El Correg idor de Tinta
hab~a
sido excomulgado
por el Provisor de! Cuzco, á causa de ataques
á
la
j urisdiccion eclesiástica, y como al mismo tiempo
babia e . eedido en sus ventas forzo. as todos los
lí–
mites permitidos , podía procederse enérl::)camente
contra él nombre de las leyes divinas
y
huma–
nas , invocando desde luégo la autoridad venerada
del altar
y
del t rono.
El 4 de Noviembre de 1780, día en que habían
comido juntos en casa del eura de.Yanaoca para ce-