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REVOLUCION DE TUPAC
A~ARU.
el mezquino jornal devengado era, sin oesar, ab–
sorbido con malas cuentas
y
anticipaciones usura–
rias. Mitayo,
ó
voluntariamente comprometido en
las minas, en el obraje, en el cañaveral
ó
en la es- ·
tancia, pocas veces conseguía el consuelo de morir
en el seno de los suyos. Los que salían
á
la terrible
mita de Potosí
ó
de Huancavelica, daban el último
adios
á
los parientes y amigos, temiendo con razon
perecer entre derrumbes, respirar aires deleté–
reos, .no re3istir al rigor de las labores
6
caer en
manos poderosas, que nunca les ,dieran soltura. En
los obrajes veíase
á
ciertos operarios espirar con su
tarea en las manos, de enfermedad, hambre
ú
exce–
sp de fatiga, miéntras no léjos '='·emian
ot~os,
mé–
nos resignados, en cruelísi!lfas prisiones .. El confi–
nado
á
la tierra caliente en que se cultivaban la
.coca
6
la caña, cuando no era víctima de malos
tratamientos, solia adolecer de fiebres
mortíferas~
si el pastor de la
pu~a
respiraba aires más puros,
en cambio su fria las
más-
duras privaeiones, la: más
rígi<la inclemencia y el desconsuelo de que su pcno–
sisimo oficio sólo le proporcionaba deudas en vez de
ganancias, por el inicuo descuento, que se hacia en
su jornal,
á
causa del ganado muerto
ó
extraviado.
Esa::s injusticias
~eculares,
que habian estado siem–
pre acom pañ::idas de continuas extorsiones
á
nom–
bre Je la religion. de la ley,
6
simplemente de la
fuerza bruta, llegaron
á
nna indecible enormidad
des.deque
fué
autorizado el repartimiento forzoso