•
CAPITULO XXXIV
DE LAS COSAS QUE EL BRAUOSO ALO SO DE TORO
HIZO QUANDO LLEGO
A
LA VILLA DE LA PLATA, Y
DESPUES SALIENDO DELLA SE BOLUlO A LA CIBDAD
DEL CUZCO, EN DONDE HIZO OTRAS MUCHAS Y DI-
UERSAS COSAS EN SERUI CIO DE GON<;ALO PI<;ARRO
A ssi como llego Alonso de Toro a
la
villa de la
Plata hizo alto en medio de la plac;a con toda su
gente,
y
antes qu e se apeasse mando a sus co–
rredores que con gran presteza
y
mayor diligen–
c ia fuessen e n seguimie nto de Diego Centeno y
Lope de Me ndo <;a para qu e viessen que camino
ll e ua uan , o s i te nian en alguna parte assentado su
campo, para venir des pues vna nqche a dar sobre
e l. En el entretanto qu e los exploradores fueron
a ver e l exer c ito Cent enario, el se m e tio en la
yglesía mayor a e ncomenda1·se a Dios, con algu–
nos d e a cauallo y a rca buze ros, es ta ndo todavia
parado e l esquadron e n Ja pla<;a. Lo corredores
fu eron y vinieron ya tar de , cerca de Ja noche, que
corri eron mas de quatro leguas, los quales truxe–
ron mas de doze hombres de a ca ua llo
y
pique ros
que se ve nian al exercito de Alonso de Toro. Es–
tos hombr es le clixeron como Di ego Ce nt eno y