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u a llo y a r cabuze ros. Alon o de Toro llego dende
~
cfoco dí as qu e esto passo , junto a Ja v illa , y es–
ta ndo a m ed io quar to de legua de a lli embio v e inte
hombres por corredor es a delante , y el se fu e u
poco a poc o tra e llos_con los demas , y los corre–
dores llegaron a vn ll a nito qu e esta junto a la casa .
de P edro de Mendi e ta. Mi ra ndo los corredores
por v na calle a dela nte que va der echo a la p la<;a
v ier on a los leales qu e esta ua n puestos en esqua–
dron con las vander as te ndi das que es lau a n tre–
molca ndo a l viento, los qua les estaua n agua rda n–
do a su enemi go , lo qua l vis to e torna ron a su
capi tan y le dixer on lo que a u ian vi to y r econos–
cido. Y como victo Diego Cen teno que ning uno de
lo contra r ios se le auia pa sado
y
que los corre–
dor es se auian buelto, no haz iendo casso del n om–
br e de Su Iagestad, tuuolo por mala eña l
[yJ
cr e–
yendo qu e u contrar io traya gran pujan<;a de
gen te n o qui o aguardar mas, antes se alí o de la
villa
:r
se fu'e por el camino que lo yndio lleua–
uan el fardaje. El General y L ope de :Mendo<;a,
por ani ma r a los soldado porque ninguno se
le
' queda se atras, les yuan diziendo como ellos auian
sabido por nueua _cierta que e l \.'i orrey estaua en
la cibdad del Cuzco muy triumphan te con mucho ·
caualle ro que con e l auian \'enido. Y que Ion o
de Toro, por no le aguardar, e venia huyendo
con yno pocos de tumultuario · que se auian e ca–
pado de us mano ,
y
que ello iruiendo a u i\l a–
ge tad y a su Yi orrey serian gratifficados por
ellos y le darían de comer en la tierra
:r
repa rti–
miento de yndios . i\Iucho oldado de lo 11ue