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bien rescebido: vnos con r eze lo y temor que del
tenian, y otros con plazer y alegria por el amor
que le tenían, y por aquel dia no hizo cosa a lguna
porque venia cansado del largo camino que auia
traydo. Luego otro día por la mañana hizo llama–
miento de cabildo, y entrando en el comern;:o de
tratar diuersas cosas y a preguntar de como se
auian auido en el r egimiento estando el ausente
acerca de la justicia que auian hecho, y en lo que
tocaua al seruicio de Gorn;:a lo Pic;arro, y quienes
eran los que auian turbado y querido hazer noue–
dades en la cibdad.
o falto de entre los r egid
ore~
que malsignasse a Luys Aluarez
y
á
Martin de
Candia el moc;o, que eran hombres ricos y vezinos
desta cibdad, diziendo que auian hablado muy des–
lenguadamente contra Pic;arro y que se auian que–
rido alc;ar con la cibdad en fabor de Diego Cente–
no, sino viniera Thomas Vasquez que lo r emedio.
Sabido esto, aunque ya de a tras lo .sabia, los man·
do pr nder vna noche y otro día por la mañana
los hizo publicamente ahorcar en la picota por
traydores a la corona R eal , y riño brauamente a
su cuñado porque no auia ahorcado a estos hom–
b1:es los dias atras quando llego a la cibdad, que
para solo aquel effecto lo a ui a embiado desde el
camino. A los demas que eran pa rtic ipantes en
este negocio, a vnos perdono las vidas con tal adi–
tamento que siruiessen de ay adelante muy bien a
Gonc;aro Pic;arro , aunque se r edimieron con a lg u–
nos dineros que le dieron. A otros desterro para la
cibdad de Quito, donde
::il
presente estaua Gonc;alo
Pic;arro, para que alla le siruiessen a s u costa con