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huido de su cassa los que faltauan, porque se creyo
que fueron enbiados por su mandado, y estar el Vi–
sorrey
de~abrido po~
el mote que puso en la Ban;an–
ca, e por la carta que escriuio al Licenciado Caraua–
jal su hermano, quando venia
C'OJ1
Vaca de Castro;
las quales no era.n bastantes para matar a un honbre
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c01;no aquel, y que era criado del Rey. Su muerte
paso en esta manera; que corno el Visorrey lo vid?
ante si, sin poder fon;ar la yra que tenia, le dixo: ,
¿por qué, Fattor, me soys traydor, y an salido de
vuestra cassa los traydores, y me an puesto en con–
dic;;ion de perder y que el Rey sea desseruido? El
Fattor, corno ombre limpio y que nunca supo de la
,.,
huida, rrespondio con animo, aunque su rrespuesta
fue desacatada, y dixo al Visorrey, alc;;and9 los de–
dos, que el no era traydor, sino tan leal como el; lo
qual oydo por el Visorrey, le rrespondio que mentía,
y
~on
un supito ac;;eleramiento dixo: ¡rnatenle, ma–
tenle a este vellaco. y hecho mano a su daga y fue a
herirle, y los criados desenvaynaron las espadas.
Diego Aluarez de Cueto con grandes bozes dixo al
Visorrey que ·qué hazía?; y quiso defonder al attor,
mas quando boluio con-una espada que auia pedido
a un criado suyo, ya el
Vis~rrey
avia dadole dos o
tres heridas, y los criados tantas que el pobre Fattor
cayo casi muerto junto a la cama de Cueto, sin aver
defendidose, porque no lleuo espada, ni otra ningu-
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