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LIV
que venia si Don Baltasar y los Carauajales e los
otros que con ellos yvan alcanc;asen a Loaisa y le
quitasen los despachos que llevaua, mando al capi–
tan Don Alonso de Montemayor que con treynta
lanc;as fuese luego
tra~
ellos· y los procurase de
prender. Don
Alo~so s~
.partio luego ·con gran vo–
luntad de hazer lo que por el Visorrey era mandado,
yendo con el Riuadeneyra, e Juan de Guzºman, e Se–
uastian de Coca, e Lorenc;o de Estopinan, e otros,
hasta la cantidad ya dicha; e con parec;;er de los ca–
pitanes, el Visorrey mando que fuesen lleuados a la
mar los hijos del Marques Don ·Francisco Pic;arro,
queriendo tenerlos casi como rrehenes,
y
a -Di.ego
Aluarez de Cueto nonbro por Capitan general de la
mar, y le mando que todas las naves ql'.le oviese eri .
el puerto las rrec<?giese, e mirase no pudiese yrse
ninguna; y ansi se partio Cueto llevando a los hijos
del Marques; y porque Doña Francisca estuviese
con toda onestidad, mando el Visorrey que fuesen a
la aconpañar Don Antonio de Ribera ·e Doña Ynes
su muger, los quales tenian a cargo a la Doña Fran–
cisca;
y
fueron metidos en una nao,
y
Cueto
hizo~miran te a Geronimo Qurbano » ( r).
La única divergenda
~ntre
Cieza
y
Santa Clara
es la ocasión con .que se descubrió la fuga de aque-
(1)
Guerra de Quito,-
cap. L IIT.