Table of Contents Table of Contents
Previous Page  60 / 472 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 60 / 472 Next Page
Page Background

HISTOllL\

arroganle su orgullo? Ni mas ni memos que Roma solo pensaban en

dominar

y

en enriquecerse; como ella temian la predicacion, la austeridad

de costumbres y la libertad de orar

á

su modo; querian sujetar

á

inmu–

tables yminuciosas formas los arranques de las almas cristianas, y por

' ern sustituían

á

la sencillez subli:ne de la palabra de Dios el aparato mun–

tlano de las ceremonias.

Si deseaban el domingo entregarse los cristianos

á

piado os ejercicios,

el ruido de las calles, los juegos, los bailes, toda clase de desórdenes in–

sultaban su recogimiento. Yno se contentaban los obispos con permitir al

pueblo estos profanos pasatiempos, sino que los aconsejaban y casi los

µrescribian, temerosos de que se entrometiera en cosas mas santas. Si

habia en sus diócesis algun timorato á quien ofendiesen alguna prácticas

de la iglesia, le prescribían imperiosamente la observancia de la ley ;

i otro era muy observante lo atormentaban con innovaciones ; si era

humilde lo abrumaban, y si altivo le ostigaban hasta hacerle preva–

ricar.

Tales eran en su modo de ver en todas partes las máximas, las cos–

tumbres y las pretensiones de los enemigos de la verdadera fé. Y este

abandono del evangelio, esta opresion contra los mas celosos fieles, solo

llevaba por objeto sostener un poder que los libros santos no conferian

á

nadie y que fue desconocido de los primeros fieles Pretendiase que el

episcopado fuese abolido, que todos los ministros fuesen iguales

y

simples

predicadores del evangelio, para que se pudiese decir : esta es la verda–

dera religion de Cri to ; entonces no habría idolatría ni tiranía,

y

consu–

mada ya la reforma ningun temor podria tenerse al papismo que de lo

contrario se iba adelantando á pa os agigantados.

Cuando el pueblo, en el seno del cual fermentaban obscuramente es–

tas ideas, las vió adoptadas por muchos ricos influyentes, que eran natu–

ralmente sus patronos, se entregó

á

una confianza, que sin e tallar en

sedicion, cambió á poco el e tado y el aspecto del pafs. Desde 1582

y

1616, algunos no-conformistas se habian separado de la iglesia anglica–

na,

y

formado con el nombre de

Drownistas

é

Independientes,

tan céle–

bres poco despues, algunas sectas que se negaban á todo gobierno ge–

neral de la iglesia,

y

proclamaban el derecho de cada congregacion de

fieles

á

arreglar por si su culto, segun los principios puramente republi–

canos. Desde esta época habían sido instituidas otras muchas congrega–

ciones particulares análogas; pero contaban pocos prosélitos, eran po–

bres y casi tan ignorada de la nacion como de la iglesia. Sus sectarios,