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lale procederes, e desarmaba
ú.
la milicia,
nviaban tropa , uya
manutencion
y
equipo corrían
á
cargo del pal . Por no haber pagad
lo que no se debía se encarcelaba
á
los ciudadano , soltándolo única–
mente uando pagabaI) mayor ó menor parte segun la fortuna, 1crédito
ó
la· intriga de lo pi·imidos. Multa , arresto , juicio , gracias ó rigore ,
todo era arbitrario, a contra lo ricos porque podían pagar, a coµtra
lo pobres porque en ello no se veia riesgo. Cuando Ja vehemencia de
la queja ausaba algun recelo, entonce lo mismo rna()'i trado que
la habían motivado e daban pri a
á
comprar
á
u vez la impunidad. l•,n
un acce o de
de~poti
mo in en ato, habia tra!Tord por alguna palabra
imprudente , condenado
á
muert
á
lord Iouatnorri , no ob tante no
haber recibido ejecucion la senten ia, olo su le tura habia
u.citado en
contra d 1autor de em jante arbitrariedad toda Ja Manda, el voto g -
neral de Inglaterra ha ta el on ejo mi mo del re•. Para apaciguar lo
ánimos n ió
á
Lóodre ei mil libra esterlina para r partir entre lo
principales oo ejero . <( He tomado un camino ma recto .
n
le onte tú
lord oltington, anciano hábil cort ano
á
qui n había n argado la
di tribucion; <(he dado la suma al que podía.hacerlo todo,
n
décir al
mi mo re . e te pre io obtu o tratTord, no olo ver e libre de todo
cargo, ino tambien el permi o de repartir entre us favorito lo biene
del que babia condenado á u antojo.
Tal era el efecto de la nece idade de Cárlo , su temore 1 hicie–
ron pa ar mucho ma allá de
su~
nece idade . A pesar de su presun–
tuo a ligereza, e sentia débil alguna vez, bu caba apo o . Hizo algu–
na tentativa para volverá la.alta ari tocracia la
fu
rza qu habia
p~r
dido. o prete to de cortar la di ipacion recibieron los g ntil-hombre
de provincia órden de re idir n
11
dominio puesto que ra temida u
aflu encia en Lóndre . La cámara E trellada tomó
á
u cargo 1mira–
miento debido
á
lo. grande . La menor falta de atencion, una inadver–
tencia en que pudiera promet r e falta de on iueracion
á
u ategoria,
se ca tigaba con enorme multas n·pro echo d 1re
y
del ofi ndido. e
quería hacer de Jo corle ano una !ase pod ro a re petada ; mas e -
ta tentativas no tuvieron éxito a porque aparecieron inútile , a por–
que el recuerdo de lo antiguo barone in pira e aun al re alguna de -
confianza. Alguno en efecto lomaban partido entre los de contento ,
olo
lo gozaban de crédito en el pal . onlinuó e humillando
á
lo
impl gentil-hombre ante lo magnate ; pero era pre
i
o bu car tlna
orporacion que, i bien fuerte por si mi ma tuvie qu d pend r en