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DI
e n·o
Pl\ELIMli'iAI\
hombre que d sde medio iglo atrás venían
de~
ndiendo con admirnbl
constancia la cau a de la lib rtad religio a
y
que en e a libertad fundaban
la base de la sociedad ri liana, uando llegaron al poder negaron ab o–
lutamente toda líberlad á lr . numero a cla s de per ona ,
á
aber,
á
lo alólico ,
á
los episcopale
y
á
los libres pen adore . La persecucion
ontra lo, católico no tuvo límites : pro ripcion absoluta de su fé
y
de
su culto, para su sac rclote prision, de$líerro en ma a
y
basta pena
ele la vida
y
para los imples fieles incapa idad
i il s
y
confisca ione
pe iale . La iglesia protestante pi copa!, arruinada
y
di persada por
1parlamento pre bileriano tuvo que lamenta e'todavla de peor suerte
bajo 1parlamento republicano. Los e larios tenían qu ati fo.car en ella
su venganza
u recelos : 11 garon al e tremo de p'rohiblrl la practi–
ca de su liturgia
y
la a i tencia de su mini tro hasta en lo interior de sus
casa . Por lo tocante
á
los libres pensadora , no tan raro que·lo que vul–
garmente se ree en aquella poca, pro odió el parlam nto republicano d
manera que si encontraba alguna p r ona que por imprudencia, ó por
aver ion
á
toda hipo resía manifestaba francamente u opinion, en l
acto era objeto de p r ecucione que paraban en pri ion, p rdida de
dere ho civile
destitucion de ualquier empleo. Los pre biterianos
eran los úni o que como enemigo de lo epi copules disfrutaban <le
cierta toleran ·ia, pero siempre limitada, precaria
y
con frecuencia tur–
bada por las suspicacias
y
arr bato de lo sectarios
á
quiene por su or–
ganizacion ecle iá tioa
y
por su idea monárquicas di
~u
laban igual–
mente. En vano alguno hombres do spfritu gepero o en 1parlamento
repúblicano trataron de poner limite
á
semejante rigore : no tardaba.
sn buena intencion en recibir dasengaño . o xi. lió
¡
ue la libertad r -
ligio a durante la república ma que para la
ecla victorio a qu
uniéndose e·trechamente por sus afinidades polftioas e oh·idaban
ó
veían
con tolerancia su disen ione religiosas.
em jante tirania polltioa tan estensa tan dura no podía defender
ni procurar su sostenimiento in la tiranla judicial. El parlamento repu–
blicano la ejer ió in escrúpulo alguno. l proce o del rey, aqu !la mon -
truo a derogacion de todos lo principio · de lodo lo
1m nto de la
justicia irvió de mod lo para todo lo pro eso polilico .
onlra la edi iones de lo soldados ni elador ba taba la le
1
mar–
ia! ; ma cuando llegaba
á
estallar alguna in urrec ion ó con piracion
rea.tita se instituía en el acto un upremo tribunal de ju licia, u
1
0
vo–
cal eran nombrados por el mi mo parlamento, v nia
á
ser como una