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O JlllELJMJNAI\
·uentes, de iníluencia indire ta
de una lucha incesantemente acom-
pañada de probabilidades tan pronto ventajosas como desfavorables. ol
á
este precio asegura en último resultado la monarquía constitucional el
triunfo de lo intereses
y
las opiniones de un pals, con tal que
á
su vez
este epa moderar su deseos,
y
ser tan vigilante como sufrido n su
esfuerzos.
i
la monarqula, ni el parlamento de Jnglaterra llegaban en el si–
glo x
11
á
comprender
~as
ondi ion de u comun gobi mo,
y
por 1
tanto no e re ignaban
á
l.
La monarqula e empeñaba en ubsistir
la cámara baja quería er directa infaliblemente soberana. u orgull
exlgia esa sali facoion
y
su temor re !amaba esa garanlla.
Para conseguir e e objeto, para retener
eguir jer i ndo 1pod r
oberano de que se habia apoderado no podía Ja cámara baja dar por
atisfecha on Ja reforma de Jos abu o el restablecimiento d Jo d r -
chos legales : forzo o era alterar profundamente la 1 es antigua
atraer
á
su mano todo lo podare .
Cuando llegaron las osas á este estremo dieron lugar
á
una d sav -
nencia entre lo reformadore . Lo ma pre isores ó Umido abrazaron
la defen a del órden legal de la monarquía amenazada, lo
tro m -
no es rupulo os ó ma atr idos marcharon por la vía de Ja revolu ion.
Aesta ircunstancia deb n su origen los do grande partido qu
on denominacion
y
a pecto diver os vienen desde ntonc
diendo Jo, destino de la Inglaterra, on agrándo
1uno,
Torys
,
ó conservadores
á
mantener el órd n establecido ,
1de los
Wltig
ó innovad re
á
f'a
or c r el de arrollo de
fluencias popular .
La lucha que ntonce
u itó n 1 parla nto
fu
viva pero dr
corta duracion. El partido monárquico intentó organizar alrededor d 1
r
y
gobernar en su nombre. pena e trató de poner n accion eso.
primero ensa os del si tema constitucional, fra asaron por las faltas d
un re incon ecuante,
frf
volamente obslinado
y
tan poco sincero on
11
consejero como con su enemigo ; por la ine periencia de os mi mo
onsejeros, dema iado
Ju iros al ar que demasiado d bil s
y
on -
tantemente engañado ' vendidos n palacio
en el arlamento;
y
fi–
nalmente por las desconfianzac¡
r
exigencias d 1 partido revolucionario
di puesto
á
no dar e or sati fecho mientra 1 d r ah oluto qu s
había propuesto de truir no pasara
á
u mano .
ierto dia
n moti\ro d una nu a p ti ion qu
tratal n cJc pre-