DE LA RE OL CI01 DE
1
'GLATEllHA.
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recorrer en seguida los condado de u!Tolk y Norrfolk le,·anlando
á
los
reali tas
á
su pa o, volver
á
Lóndres por el condado·de Cambridge,
á
la cabeza de numerosoejércilo. Pero apena habíanentrado en la iudad ,
cuando apareció Fairfax bajo sus muro ,
1
la pu o en grande aprieto .
Quince dias dtl campaña habían ido suficiente para acorralar en una
ciudad casi indefensa los restos de una in urreccíon que ir uia
á
Lóndre
por toda partes. Probó de reanimarse n algunos punto de lo condado
de Rulland , rorthampton , Lincoln
y
u ex. En el mi mo entro de la
capital,
á
la vista del
parlamen~o ,
los lores Holland, Peterborougb y
Buckingham tomaron la arma , y seguidos de cerca de
1,000
caballeros
alieron de la ciudad , proclamando que no tenian ningun de eo d sacri–
ficar al rey las libertade públicas, yque solo querian re tituirle u lega–
les derechos .
Como permaneciesen aun alrededor de Lóndre , ir Iich 1Liv sey,
destacado contra ellos del cuartel general , los atacó bruscamente, hirió
muchos oficiala , entre ellos al jóven sir Franci co ílliers, hermano del
duque de Buckingbam, y reforzado al otro día con el regimiento del coro–
nel croop , los persiguió sin desean o basta el condado de lluntington,
donde can ados de huir se dispersaron por toda partes, dejando
á
lord
Holland herido en poder de losenemigos. En el Este y n el ur tampoco
tuvieron mejor éxito las tentativas. e recibieron cartas de Cromwell , que
prometía apoderarse dentro de quince dias del castillo de Pem)Jroke, ba–
luarte de los insurgente del Oeste. En el orte, Lamberto , 'si bien que
con inferiores fuerzas, sostenía con valor contra los realistas de Langdale
el honor
y
autoridad del parlamento. Colchester finalmente,
á
pe ar 1 la
indomable resistencia de los sitiados, que no temían ningun peligro ni
asalto, apretado por el hambre, no se pudo sostener mucho tiempo contra
Fairfax dejándole libre de todo otro cuidado.
Recobrados de su primera turbacion, seguros de no caer
ya
en ma–
nos de los realistas, fos presbiterianos comenzaron
á
inquietar e por lo
republicanos, por el ejército
y
la paz. Las peticiones con que esla e soli–
citaba siempre numerosas aunquemenos altaneras, tuvieron mejor acogi–
da. Quedó revocada la proscrípcion de los once miembros,
y
s les brindó
á
ocupar de nue o u a ient0 . e habló de presentar nueva propo i–
ciones al rey, menos duras que las antecedentes; se mostraron di pue Lo,
á entrar en negociaciones con él, si de antemano con entia :
1.
º En revo–
car todas sus proclamas contra las cámaras. 2. º En abandonar por diez
años las fuerzas de mar y tierra.
5.
º En establecer por .tres año en Ja