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nE LA llliVOL CIO ' DE INGLATEl\l\A.
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cn.ballerla e amotinó, ya Lamberto
y
lord re de roob , de tacado
n u per ecucion, e taban cer ·a de alcanzarle : dema iado débil su co–
rn.zon para sufrir tal revés de fortuna, dejó
á
su soldados huir por dond
qui ieron y 1mi mo aceptó las condi ione que qui o Lamberto ofrecer–
le; fue enviado pri ionero al ca tillo de Jottiogbam ; on quince dias
de campaña, no viendo Cromwell en toda la Inglaterra ni restos siquiera
del ej rcito e cocés, se puso en marcha para la Escocia, para invadirla
á
su vez,
y
quitar de e te modo
á
los pre biteriano todo medio de obrar
y
de salvacion.
on todo, cuanto mayor es el peligro, los partidos lejos de abatirse,
·e exaltan
y
obran con mayor energía. Antes que e tas grandes noveda–
de llegasen
á
Westmin ter, de de que vieron
á
Cromwell en movimiento
ontra los e cocase
1
lo presbiteriano comprendieron que del resultado
pró pero ó adver o <le esta campaña dependía su ruina ó su alvacion :
tl irigieron por lo lanto hácia uno
y
otro
fin
u mayores e-fuerzo . Holli
¡ue
á
pesar del llamamiento de los once miembro , seguia iviendo en
Francia, por la parte de Normandfa, vino
á
ocupar otra vez u asiento
n la cámara. Hunlington
1
simple ma or en el regimiento de Cromwell,
denunció públicamente en una memoria dirigida
á
la cámara alta las in–
trigas del teniente general )sus promesas al rey
1
su perfidias, laaudacia de
uambicion, el de precio con que miraba
á
las cámaras, leye , deberes
llerecho comuna de lo hombres,
y
su perniciosos principios
y
amenaza–
dores de ignio
1
que una vece e descubrían al traves de u bipocresfa,
' otras e manifestaban abiertamente ensus conver aciones familiares.
Lo !ore mandaron leer aquella memoria,
y
Huntington lo afirmó
on juramento. e propuso presentarla tambien
á
la olra cámara, pero
tal terror infundía el nombre de Cromv ell que nadie qui o presentada.
La envió en uella
y
cerrada al pre idente, pero e te no dió cuenta
á
la
ámara · probó de remitirla al ugier, y rehusó recibirla.
Lo~
lore en
vi ta d e to la tra milieron oficialmente; lord Wharton el mas intimo
onfidente de romwell, iguió
á
lo enviado , hizo advertir al pre idente
tlel motivo de u mensaje
1
y
no fueron introducido . Los independiente
gl'ita an on indigna ion : era, decian ello , una criminal felonía atacar
tle e ta manera
á
un au ente que quizá en aquella hora estaba librando
á
u pal de imasi n e tranjera; muchos presbiteriano e acallaron con
e
t
argumenl . Era pr ; o pues renunciará la esperanza de arruinar
tl
t modo al tenient g neral
1
Huntinglon tuvo que ontentarse con
mandar imprimir ,u a rto .
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