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Llevó u cuartel gen ral
á
Pre ton.
Lardó en re ibi1· nu
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n-
fidencia : la caballerla de Langdale había tenido a un .n u ntro , n In
de Cromwell ; Langdale promelia mant ner e firme, u po i ion ra bu -
na , su gente estaba muy animada : solo le fallaba algun refu rz , mil
hombres
á.
lo meno ,
y
prome_tia dar á todo
1
j
1·oito tiempo d r u–
nirse para derrotar al enemigo . Hamilton prometióel r fuerio : Langdal
e batió cuatro hora ; segun el mi mo de ia jamás rom' ell habia u–
frido tan obstinada re
i
tencia. Pero no llegó ningun o orro : fue pr -
ci o ceder; dejando huir en libertad
á
lo ingles
en id , rom 11
marchó en derechura
á
lo e
co.cees que pa aban apr nradam nt
1
rio Ribble, para poner entre ellos aquel obstá ulo : a la ma or pnrl d
lo regimientos e taban en la ribera izquierda ; do bdgada d infant -
ria
y
el mi mo Hami!ton con algunos e cuadrone quedaron n la d r -
cha para cubrir la retirada; CromVI ell los arrollóal momento, pa ó
1
rio
con ellos,
y
dando apenas
á
su tropas un momento do de can o, em–
prendió al otro dia al amanecer la persecucion de aquel jércilo, qu
iempre mar bando bácia el ur , continuaba r tirándo e de u movi–
miento de invasion. Le alcanzó el mi mo día en Wigan y dispar ó com–
pletamente la retaguardia.
El orgullo por las dos victoria , Ja e paranza de un triunfo decisivo,
la misma impaciencia del cansancio, r doblaban á ada hora
1
ardor de
u ornado ; la per ecucion empezó al otro día mas ucli a
y
ma ardo–
rosa aun que el anterior. Irritado
á
su ez de er e de aquella uerte
per eguido por un enemigo inferior , y hallando roa \ arringlon un
ventajoso de füadero, dieron frente Jo e coce es ' ali! e trabó una ter–
cera batalla, mas reñida
y
mo 'lifara que Ja dos preceden s, pero on
1
mi moéxito. Lo ingle e ocuparon
1
de llladero, de pue , enWar–
rington mi mo se apoderaron de un puente obre
1
Mrsey que querian
lo escoce e cortar para poder re pirar un momento. Tumultuoso desa–
liento se introdujo en el ejércilo escocés : un con ejo de guerra reconoció
que sin municiones la infanteria no podía resi tir, se rindió toda. Ha–
milton al frente de Ja caballería, procuró llegar al pafs de alies para
reanimar la insurreccion realista; pero luego cambiando repenlioamente
de plan, se dirigió bácia el orle con la esperanza de poder entrar de
nuevo en Escocia.
Por do quier donde pasaba se levantaban contra él lo paisanos, y lo
magistrados le pedían que capitulase; en toxetel', ondad de Lraf–
~
rd, al rumor de que meditaba capar on algunos ficiales, su mi&ma