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302

H1

TOO.lA

cito del parlamento, se separaron de 1, enarbolaron el estandarte real, y

ostenido con la in urreccion de lo caballero del alrededor, ieron toda

la provincia en poco día d clarada

á

su favor. Ca i al mi mo tiempo se

babia reunido el parlamento de E cocia ; Élamilton y lo reali ta , bajo

el nombre apariencias de moderado presbiterianos, habían prevalecido

en la eleccione ;

~n

vano rg le

y

la ma ardoro a porcion del tero se

esforzaban en a()echar u pasos; en vano omisioaado de Inglaterra

repartían en Edimburgo dinero y a'llenazas: circun pecto, humilde n

su lenguaje coa lo .fanáticos, pero decidido en su interior

á

favor d l

rey, el parlamento votó inmediatamente que se forma e una comi ion re–

.vestida del poder ejecuti o, el levantamiento de un jército de 40, 00

hombres, encargado de defender contra lo republicano

sectario al

pacto

y

á

la dignidad real.

Lo reali ta del Norte de Inglaterra solo esperaban esta señal para

decidirse; habia mas de un mes que su principales jefe , Langdale Gle–

nh~m

, Mu grave , tanto en público como en secreto , oncertaban con

Hamilton su plan de in urreccion. En Irlanda, lord Inchiquin, goberna–

dor de la provincia de Mun ter, hasta ontonce el ma firme apo o del

parlalllento contra los in urgente , iguió tambien por esta vez la ban–

dera del rey. Finalmente, al saber e n Lóndre e

ta

noticia , n la

cámara

la municipalidad , levantaron lo presbiterianos la cabeza

para encubrir u e peranza , hablaban mucho de u temore . n tal

John Everard vino

á

a egurar bajo juramento al con ejo municipal que

la noche anterior e tando él en u ama en la po ada de la Jarretiere n

Wind or babia oido en el apo ento v ino al u o

á

mucho oüciale , en–

tre ello al cuartel-mae tre general ro venor al oron 1

Ji:\

ers pro–

meter e mútuamente que a i que lo coce es pondrían un pie en el rei–

no, el

j

>rcito entraria n Lóndres, de armaría

á

todo lo ciudadano

exigiria un millon de libras e terlina , o pena de aqueo, obligaria

además

á

todo lo hombre de buenos entimiento

á

ali tar e en u

r gimiento . eguo decia Everard, abia ya Ireton e to designio .

Inmediatamente e .dirigió

y

envió una peticion

á

la cámara ; el

n ejo municipal pedia que la capital fuese repuesta en po esion de al–

guna atribuciones que le habían ido

quitada~

á

consecuencia de la úl–

tima edi ion· que el ej rcilo aleja e su cuartel gen ral que toda las

fuerzas de Lóndres lo arrabale fue en pue tas al mando do kippoo.

~

ta demanda fu eron otorgada al in tant ; al otro dia, 2 abril,

despue de una di u ion de la que no ten roo ningun fragmento,

Ja

á-