316 / 472
506
1-WTOIUA
y
mal hechore ; Jo bienes de los delincuentes fueron destinados al pago
de las deudas ontraidas con los amigos de la buena causa; se activó la
venta de los bienes de la igle ia; partieron refuerzos para la guarpicion
de Carisbrooke; el consejo municipal, despues qe haber recibido comuni–
caciones que para él fu eron
c1
como un rayo de luz que hiere al través de
la' nubes
n,
protestó solemnemente que estaba re uelto
á
vivir ymorir con
el parlamento. Finalmente Fairfax tuvo órden de dirigirse inmediatamente
contra las hordas que infestaban los a:lrededore de Lóndres ; Larnberto
de dirigirse
á
los condados del orte para .contener por lo meno la insur–
reccion que babian hecho estallar Langdale y lusgra_ve, esperando
á
Jos
escoceses; y por una inaudita violencia, sin duda para probar la sinceri–
dad de sus rigores, los diputados votaron que no pudiéndose escu ar los
. rebeldes con la presencia del rey, no les seria dado cuartel.
Tres dias de pues desu salida de Windsor, Fairfax alcanzó
y
batió en
Maidstone, el principal cuerpo de los insurgente ; en vano se esforzaron
en evitar
~l
encuentro, obligados
á
llegar
á
las manos, sostuvieron en
la calles de la ciudad un larg·o y angriento combate. iempre poseidos
del mas ardiente fanatismo, aguerridos ya, aborreciendo
á
los reali tas
y
de preciando
á
unos soldado visoños, los de Fairfax arrostraban encole–
rizados una guerra cuyo peligro les parecia una af1 enta. Recorrieron á
marchas forzadas el condado de Kent, disperando cada dia alguna par–
tida
ú
ocupando alguna plaza, fieros para con el pal , pero exacto en Ja
disciplina yno dando
á
lo realistas tregua ni desean o. Goring llegó
á
pe–
sar de eso
á
reunir 5 ó 4,000 hombre , apareció á su frente en Black–
heath, casi
á
las uerta de Lóndres, con la esperanza que estallaría una
revulucion al acercarse él, ó qQe
á
lo menos recibiria bajo mano algunos ·
refuerzos. E cribió al mismo tiempo al consejo municipal, pidiendo per–
miso de traspasar la ciudad para reunirse con los suyo en el condado de
Essex. El consejo, en vez de responderle, envió su carta sin abrirla
á
la
cámara baja, di puesto, segun decia,
á
arreglar su conducta con la o–
luntad de aquella.
Ae ta noticia el desórden y el desaliento se apoderó de los realistas,
desertaron á bandadas,
y
Goring tuvo bastante que hacer para reunir
7
ú
00 hombres
y
pasar por el Támesi en Greenwich, marchando con
ellos hácia el condado de Essex. Alli encontró lodavia fuerte
y
animada
la in urreccion al cargo .de.sir árlos Lucas. Lord Capel se les reunió con
algunos caballeros del condado de Hertford; se dirigieron juntos
á
ol–
che ter, un poco alentados, proyectando desean ar lre ó uatro días