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tador de boleras
ftié
ascendido
á.
ele·
vaciones inconcebibles, que
h~n
es·
candal~ado
á todo el orbe: que el po–
der lJUe les comunica la nación, no es
para esclavizar al hombre libre, igual
á
ellos por naturaleza,))
[14:5]
Hombres de ese corage
é
imbuidos
de tales ideas
er~
imposible que no
trabajaran por conseguir su libertad.
De modo que los vincnlos politicos de
esa sociedad estaban completamenta
rotos
y
el gobierno del virreinato so·
lo estaba apoyado por la fuerza.
«Lo que mantiene una sociedad po·
Jitica, ha dicho
Tainf',
es el respeto
de s1is mienibros entre sí;
particularmen·
te el de los
gobernado~
á
los gobernan·
tes
y
el de éstos
á
aquellos, como efec·
to de una confianza habitYal y mútua;
sostenida en los gobernados por la
fundada certidumbre de que los go·
bernantes no atacarán los derechos
privados; y en los gobernantes por la
misma
certidu~bre
de que los gober·
·na.dos no asaltarán los poderes públi·
cos;
y
en a ..mbos por la convicción inti-
H5
C,11rta
de don
Metafórico
Claros
á.
doa Verisimo Cierto, Lima 18 l2, en
4
~ ,
pá..
ginas 9, 11, 14.
No hemos visto la publicación de
Mata–
moros,
·la del Abate
Paoduro
(Balanza
de.Astrea,
Lima
1812, en 4.º, 25
p. p.)
no es
comparable con la citada eil el
texto.