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Eosefia, que escucho á un sc\trapa de
Ia.Persia. Con qué soldados, ,fuerza
•rmada, cationes y pólvora; y faltan ·
do esos auxilios no hay libertad regla·
da. Como desesria U. formar todas
esas tropas de mfütares del temple de
aquel Lelio de que nos habla Lncáno:
Si es preciso herir á mi hermano, atra•
vezar el peoho de nti pa d?·e ó el seno de
mi esposa en c-inta, mi brazo aunque se
horroriza, está pron,to á obedecerte. Pe.
ro nada adelantaría U. con todo ese
aparato, si el reino en que lo fijase,
formase el sencillo cálculo de que diez
mil hombres tienen veinte mil brazos,
faerza muy excedente á cuatro mil
que se le opongan».
«¡Obe4iencia ciega y estúpida, es la
que sólo debe reinar en la América!
ni promesas en compensaeión de tan·
tos sacrificios: ni esperanza por con·
suelo de sus dolores: ni pensar, ni po ·
der comuniC'ar sus pensamientos! [144]
La ()arta de don Metafórico Olaros
es una tea incendiaria y parece impo·
sible que en las barbas de .A.bascal se
escribiera asi y se tratara tan mal y
144 Advertenciaa amistosas que dirige
don Inooencio Ensena á don Verfsimo
i rto, sobre la carta Pn que este impu1rna
la fle tones publicadas por el sefior Bri·
dler don Manuel Vill&lta etc., Lima
1 111 paginas 4-5.