Table of Contents Table of Contents
Previous Page  14 / 130 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 14 / 130 Next Page
Page Background

-8-

sus lejanos dominios de América era

cosa natural que ccprocediera con ex·

cesivo rigor

y

despotismo)), (Discurso

pág.

7.)

En

l~

rivalidad entre virreyes

y

ar·

zobispos debe mirarse un caso particn·

lar de la permanente en que vivían Ja

autoridad civil

y

la eclesiática; un dé·

bil reflejo de Ja competencia de los

Monarcas espafioles

y

los Papas. Re–

cuérdese el saco de Roma por Carlos

de Borbon; Jos disturbios sangrientos

del reino de Nápoles en los dominios de

Espafia por el pase de buhis; Ja guerra

de Paulo IV y¡de Felipe ll; la politica

de él con la Santa Sede; Ja

iut

ansi·

gencia con que sostenía el Patronato

real al extremo de alegrarse si en bene·

:ficio de su poder era humillado el Pa·

pado, de decir que no con taba por

bue–

na autoridad al alcalde

ó

corregid~r

no hubiera sido siquiera diez veces

excomulgado, de tener por otra parte

que halagará la Inquisición, balagair

al episcopado, halagar al clerqpasta el

generaJ de buen juicio,, también considera

entre las causas de la decadenoif. de Espa–

na ((el carácter distip,tivo de un

pueblo

que

llevaba

á

la

exageración sus creencias,

q tl-8

las

practicaba

lealmente sin

temor

á

las

fa ·

tales cons,cuencias

q'tie

habrbn

de

produ–

cir».

[Picatoste, Estudios

~obre

la

gran dP.·

za

y

d~cadencia

de

Es paíb, tomo III,

Madrid 1887, pág. 18.]