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de baja
r~lea
así
apodarlos por
el pue·
blo,
«
vendan oesvergonzadamente
empl()s, dig-nidades
y
honores»: Fe•
Upe V corrige algo
el
desorden del
reí·
no; pero el
mi~m
no se separa del to·
do
del mal
camino· en medio
<le la
p ·
breza
general
Pacrifica
en las c nfltruc·
ciones de
8.
Il<iefonso «capricho
_9e
sn real
fanta
ía, muchos centena·
res de millones que hubieran
podido
servir para alivio de Ja¡¡ cargas
pú ·
blicas (18); y desmoraliza y deprime–
al Consejo de Castilla
para
cambiar –
)l\
ley de sucesión al trono: [ 19 ]
•Fernando VI
y
Carlos III empren–
den serias
reformas
en
todai
la
monar·
quía, la baceri prosperar
y
morigeran
las costumbres,
y
sin embargo minis–
t.ros suyos no son probos; Ensenada
«gasta una gran fortuna que no ha be·
redado
de su casa
y
familia;» Esqui·
lacbeccdiscurre
arbitrioR para
sacar
di·
nero», y
á
la sombra de ellos no des–
cuida sn mujer de hacer su propia for·
tuna: (20) 0.arlos IV da
á
Espafia un
nu~vo
valido en Godoy deccdesapode·
Tada ambición de honore¡;¡, dignidades
y
riquezas,q~e
no satisfecho con
el
títll·
18 Id.
tomo X III,
pág.
3fl5
1'9
Danvila
y
Collado, obra citada, to·
mo
3?
pá~.
425.
·
20 Lafuente, obra citada, tomo XIV,
pá,gs.
25
y
163