LXVI
Prólogo.
de esa gobernacion, dió licencia
á
el último para que
hiciese gente en auxilio de I-Ieredia. Alistó en dicha
ciud~d
doscientos cincuenta hombres, embarcóse con
ellos en dos galeones; zarpó de San Lúcar por junio
ó
agosto de
1534,
y
en
29
de setiembre aportaban á
Santo Domingo de la Española, desde donde Veláz–
quez escribía al Emperador con fecha de
1
8
de octu–
bre
(a),
par tícipándole. su llegada
y
la de Duran á la isla
con ciento
y
cincuenta expedicionarios, en el galeon
grande,
y
que el pequeño con
el
resto ,se había separa–
do de ellos en medio del golfo
y
no habían sabido más
de él; que tenían gran priesa en acudir á Heredia
y
, grandes nuevas de Cartagena, que prometía ser otro
Perú;
y
por fin, que partirian para allá desde á cuatro
ó cinco di as. No sé si partieron de Santo Domingo
él
24
ó
2
5
de octubre., como prometian, solos los ciento
cincuenta del galeon grande
6
aguardaron á juntarse
con los otros ciento que no habian llegado; pero cons- .
ta que el
1
5
de diciembre, reunidos en capítulo en Car–
tagena el gobernador, el alcalde Alonso de Cáceres, el
tesorero Alonso de Saavedra,
el
contador Dui:an, el
escribano Juan de Peñalosa
y
Juan Ramírez de Ro–
bles, votaron ser conveniente sacar el oro del arca de
(a) Col. Muñoz,
t.
80,
f.
0
3
2.