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La Guerra de Quito.
ver los indios si venían,
y
á resistir el daño que venian
haciendo. E't licenciado
de
la Ga'ma se partió á hacer lo
que digo.
En este tiempo el rey Mango Inga estaba en Vití-
. cos, donde tenia nuevas de sus capitanes de lo que
pasaba; y estaban con él Diego Méndez, Francisco Bar–
ba, Gómez Pérez, Cornejo, Monroy, los cuales habian
seguido
á
don Diego de Almagro
é
halládose en la ba–
talla de Chúpas, y por huir de la crueldad de Vaca de
. Castro, se fueron á meter entre los bárbaros, donde es–
tuvieron todo este discurso de tiempo; y eran bien
tratados de Mango Inga y mirados que no se pudiesen
huir; los cuales con no poco trabajo pasaron sus vidas.
Pues como viniesen al rey Mango Inga las · nuevas de
lo que pasaba en el reyno
y
cómo todas las provincias
estaban solevantadas, deseaban en gran manera salir
de aquel cruel aunqqe voluntario destierro que tenían.
El rey Mango Inga, tomando á parte
á
Die_go Mén–
dez, le interrogó le informase clara y abiertamente
y sin cautela, quién era aquel capitan tan grande y po–
deroso que había llegado á Los Reyes, y si seria
~as
tante á se detender de Gonzalo Pizarro, y si había de
quedar por universal gobernador del reyno. El cristia–
no español le respondió, que aquel capitan quél decía,
venia por mandado y en nombre del grande y muy
poderoso Rey de España, por lo cual creyese que le
seria muy tácil, no solamente defenderse de Pizarro,
mas que podria casti gallo
á
él y á todos los que le iban
siguiendo;
y
que solo él seria él principal
e ff
todo el
reyno.